Los estereotipos sobre los que llegan de otros países, como sobre cualquier otro grupo humano, son inevitables porque simplifican el mundo, pero lo hacen a cambio de distorsionar la realidad. A pesar de ello, tienen tanta fuerza que, inconscientemente, se apoderan profundamente de nosotros hasta el punto de darles tanto crédito que nos impide ver la realidad.
sábado, 30 de octubre de 2010
viernes, 29 de octubre de 2010
Frases como: “Todos los gitanos roban”, “Todos los ingleses vienen a España a emborracharse” “Todos los árabes son unos sucios”, son frases emitidas desde el desconocimiento. ¿Acaso sabemos el concepto que tienen de los españoles en otros países?
¿Se nos ha olvidado que España fue un país emigrante? Un estudio realizado en la Universidad San Pablo-CEU demuestra que una buena parte de aquellos que acudieron a Alemania o Suiza a trabajar lo hicieron de forma irregular, realizando trabajos duros y viviendo de forma precaria y austera para poder enviar algo de dinero a sus familias en España.
Como aclaración importante, no intento hacer una comparativa de situaciones, eso sería absurdo y, por supuesto, imposible, sólo pretendo a través de mi blog invitaros a la reflexión con datos quedados en el olvido, pero especialmente me he basado en testimonios de quienes han vivido en primera persona el desarraigo al verse obligados a huir de su país en busca de una vida que ellos consideraban mejor.
¿Se nos ha olvidado que España fue un país emigrante? Un estudio realizado en la Universidad San Pablo-CEU demuestra que una buena parte de aquellos que acudieron a Alemania o Suiza a trabajar lo hicieron de forma irregular, realizando trabajos duros y viviendo de forma precaria y austera para poder enviar algo de dinero a sus familias en España.
Como aclaración importante, no intento hacer una comparativa de situaciones, eso sería absurdo y, por supuesto, imposible, sólo pretendo a través de mi blog invitaros a la reflexión con datos quedados en el olvido, pero especialmente me he basado en testimonios de quienes han vivido en primera persona el desarraigo al verse obligados a huir de su país en busca de una vida que ellos consideraban mejor.
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