integración

“Al salir de la fábrica solíamos reunirnos en la parte trasera de un bar. Al ciudadano alemán no le gustaba que un español se sentara a su lado. “

"A los alemanes les molestaba tener a españoles de vecinos porque el edificio olía a aceite de oliva y a ajo".



 Los extranjeros tienden a concentrarse en los sectores desfavorecidos de
la ciudad. Una manera de no perder sus costumbres y encontrar algo de
calor entre los suyos en barrios más baratos conforme a sus posibilidades.
Unos expertos se preocupan por la tendencia a la formación de guetos y por
el riesgo que ello implica para la integración social. Otros entienden esta
reunión como natural, pero cuestionan que se dé forzada y en entornos
deteriorados, lo cual fomenta la falta de oportunidades y la mala
convivencia.